San Pedro de Atacama - Chile
5 Horas
Min: 1 Max: 12 Personas
Inmediata
Duración: Medio Día.
Lugar de recogida: Domingo Atienza con Calle Caracoles.
Si vienes a San Pedro de Atacama no te puedes perder este lugar único y de otro mundo. El Valle de la Luna está situado en medio de profundas y secas montañas de sal, que tardaron miles de años en formarse. En esta fascinante aventura encontraremos un paisaje de sal, arcilla e innumerables minerales formados por el agua y el viento a lo largo de millones de años.
¿Sabías que hace 150 millones de años todo esto era océano? En nuestro viaje podrás disfrutar de la impresionante belleza de las montañas y sus formaciones rocosas, que incitan a la imaginación y la reflexión. El Valle de la Luna es una oportunidad para un encuentro conmovedor con nosotros mismos y el mundo vivo y cambiante que nos rodea.
Comenzaremos con una caminata por la Gran Duna o Duna Mayor, donde veremos las diferentes capas de su formación (llamadas estratos) y uno de los minerales que da origen al nombre de Valle de la Luna ("Selenita", la guía puede explicar más sobre esto). Desde lo alto, entre otros lugares, se puede ver desde la Cordillera de la Sal, hasta la Cordillera de Domeyko, la Cordillera de los Andes, sus volcanes, el gran Salar de Atacama y el Observatorio ALMA. Luego descenderemos para dirigirnos a las icónicas Tres Marías, que llevan el nombre del padre jesuita Gustavo Le Paige, quien ayudó a hacer de San Pedro de Atacama lo que es hoy. El guía le contará la historia original de estas esculturas naturales que los nativos Licanantay (atacameños) de este desierto llamaban “Los Vigilantes”. Continuaremos hacia la Mina Victoria para conocer parte de la historia reciente de la explotación de la sal para la gran minería, y podremos ver los restos de su industria. Luego nos subiremos a nuestra camioneta Mercedes Benz Sprinter para dirigirnos hacia el Valle de la Muerte, donde prepararemos una mesa especial para descansar, comer y brindar, por los demás, por la tierra y por la oportunidad única de ser aquí.
Finalmente, nos dirigiremos a la Piedra del Coyote para disfrutar de un atardecer único en el desierto, que a través de su gama de colores nos ofrecerá un final inolvidable de nuestro viaje. Prepara tus cámaras, pero primero abre todas las puertas de tu percepción para capturar una experiencia que te brindará historias y recuerdos para compartir y nunca olvidar.
Las explicaciones de la guía fue muy interesante