¿Te imaginas recorrer una pradera a caballo, junto a tu familia o amigos. Los caballos tienden a ser muy sensibles a los cambios sutiles en su entorno y a la presencia de los humanos. Lo único que hay que hacer es dejarse llevar por el entorno, que es magnífico. Acompañados siempre de un monitor, podrás ir viendo rincones que te sorprenderán y seguro querrás repetirla. Pueden responder tanto al comportamiento como al
estado de ánimo de las personas a las que están expuestos. Como tal, los caballos pueden ser percibidos como un animal que proporciona una bioretroalimentación comunicativa precisa y honesta (por esto son llamados espejos de la mente o el alma).